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PARA LOS AMANTES DEL CAFÉ

El café es de las bebidas más consumidas en el mundo (aprox. 1,4 billones de tazas al día), principalmente en Europa y en Estados Unidos. Lo hemos incorporado en nuestro día a día y hay quién sin un café por la mañana, “no es persona”. También nos sirve para socializar.


Pero ¿es saludable su consumo?


La composición del café va mucho más allá de la cafeína. El grano contiene numerosos compuestos bioactivos que actúan como antioxidantes. Además, existen muchos estudios científicos que avalan sus beneficios como son: mejora la resistencia a la insulina, efecto protector frente a enfermedades neurológicas y cardiovasculares, previene enfermedades hepáticas y ciertos tipos de cáncer como el de colon y próstata.


Por otra parte, la cafeína se usa como ayuda ergogénica en deportistas. Su mecanismo de acción se da a nivel del sistema nervioso central ayudando a la transmisión del impulso nervioso. Esto significa que tomar un café antes de practicar un deporte, va a hacer que tengas menos sensación de fatiga y que aumentes el rendimiento.


¿Qué café es más saludable?


El café verde es la forma original del grano antes de preparase y no tiene aroma. Cuando se somete al tostado aparecen las sustancias bioactivas, el aroma y el sabor. Después, se muele para poder infusionarlo. El tueste puede ser natural y torrefacto. El tueste natural tiene como único ingrediente el grano de café. Sin embargo, en el torrefacto se añaden azúcares y se forma más acrilamida, siendo un café más oscuro con sabor más fuerte y amargo. Esto lo hacen para aumentar la vida útil del café. Resumiendo, a menor grado de tueste más sustancias bioactivas así que la mejor elección sería natural.


¿Qué variedades existen?


Las más producidas son las de especie Arábica y Robusta. La Arábica se cultiva a mayor altura, por lo que contiene más antioxidantes. Además, su sabor es más suave y contiene menos cafeína que la variedad Robusta.


¿Cuáles se consideran ultraprocesados?


Son los que tienen un exceso de tueste como es el torrefacto y, además, les han añadido azúcares. Estos son: café torrefacto, granizado, café listo para llevar (suele estar en las neveras de los supermercados), café soluble (contiene más acrilamida) y café de cápsula (contamina el medio ambiente y contiene más furanos).


Y sino le añado azúcar, ¿Qué le pongo?

Como norma, cuando vamos a una cafetería el sobre de azúcar siempre acompaña al café. Lo ideal es acostumbrarnos al sabor natural, pero si no te atreves aún y quieres enmascarar el sabor amargo, te propongo estas opciones saludables: añadir bebidas vegetales (de coco, almendras, etc.), aceite de coco, cacao puro desgrasado, especias como canela, jengibre o nuez moscada (puedes combinarlas entre sí), esencia de vainilla o hielo ya que el frío disminuye el sabor.


En las cafeterías convencionales no suelen tener la mayoría de estas opciones. Yo siempre pido canela, por lo general suele haber. ¡Te animo a que pruebes esto!


¿Por qué a todos no nos sienta igual?


No todos toleramos la misma cantidad de cafeína, esto es debido a que unas personas tienen más facilidad para metabolizarla y otras menos. De ahí que existan personas que con una taza de café notan el efecto estimulante de la cafeína y otras, necesiten más cantidad al día para notar el mismo efecto.


Por otra parte, la cafeína crea tolerancia.




Estimula el sistema nervioso central y el cerebro se adapta a esta sustancia provocando que conforme pase el tiempo necesites más cantidad de cafeína para lograr el mismo estímulo que provoca.

Lo ideal sería consumir café porque realmente te gusta y lo disfrutas, no porque tengas cierta dependencia y lo necesites. Si te altera demasiado o tienes problemas de sueño te recomiendo que lo alternes con café descafeinado que tiene las mismas propiedades.

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